“En ningún momento bajamos las persianas ni me oculté”. Así comenzó sus argumentos el empresario Enrique Alberto Banchero, dueño de la agencia de turismo “Nueva Generación”, sobre el frustrado viaje de un grupo de hinchas de Atlético a Quito, capital de Ecuador.
Los fanáticos del equipo tucumano se quedaron varados en Perú, en la frontera limítrofe sin poder cruzar a Ecuador por vía terrestre. Según se supo, el contingente llegó al lugar después del horario de cierre del paso.
En su defensa, Banchero dijo que hubo una situación anormal que se agravó por el clima. “No es una estafa ni abandonamos a la gente -resaltó el empresario-. Hubo muchos inconvenientes, demoras por controles en la ruta y hasta caminos cerrados por el mal clima. Esto fue una situación anormal. Incluso hasta la llegada de los jugadores estuvo en riesgo porque todo complotó en contra”, agregó.
Los contratiempos
“Contratamos los micros, pero llegaron tarde a la frontera; desde allí debían tomar otro colectivo hasta Quito. Pero llegaron a las 15 cuando debían haber arribado por la mañana. El viaje demora ocho horas, era imposible que llegaran”, remarcó.
En diálogo con LA GACETA, Banchero reconoció el enojo de los pasajeros, pero insistió en que la empresa hizo todo en regla. “El hincha tiene bronca y se agarra con nosotros, pero la empresa cumplió con todo -precisó-. Les dimos alojamiento y dinero para los gastos. Tengo todos los comprobantes que demuestran que nuestro proceder fue correcto. Todavía no podemos organizarnos y llegar a un arreglo, porque nos insultan y gritan todo el tiempo”, remarcó.